martes, 28 de enero de 2014

Formación profesional y también empresarial

FORMACIÓN PROFESIONAL Y 
TAMBIÉN EMPRESARIAL

El programa Urratsbat ha conseguido que la llama del emprendizaje prenda en los alumnos de FP, que ha creado cerca de 400 empresas.


Euskadi siempre ha sido cuna de grandes empresarios, de personas con espíritu emprendedor que han ido creando un tejido productivo sólido. Una tradición que lejos de perderse sigue vigente, y a la que se están sumando numerosos alumnos de Formación Profesional gracias a la ayuda que encuentras en los centros educativos a través de Urratsbat. Este programa de apoyo a la iniciativa emprendedora nació en el curso 2000-2001 por la inquietud de seis institutos que querían empezar a promover el emprendizaje en el ámbito de la FP. Sin embargo, no fue hasta el año 2004-2005 cuando configuró como un servicio integral de acompañamiento al alumno emprendedor, con la implicación de la Viceconsejería de Formación Profesional de Gobierno vasco, el centro de innovación Tknika y los propios centros.

En nueve años de trayectoria, de las aulas han surgido 376 empresas, de las que sobrevive el 75%, y se ha sensibilizado en iniciativas y cultura emprendedora a más de 37.500 alumnos mediante el programa Ikasempresa. Urratsbat descansa en cinco pilares esenciales, el emprendedor, el profesor-dinamizador, el centro de FP, la coordinación de Tknika y el impulso de la Viceconsejería. La primera fase de este proyecto consiste en la mentalización del alumnado sobre las posibilidades que encierra el autoempleo  y es una de las más difíciles, según el director del Centro Formativo Otxarkoaga de Bilbao, Javier Laiseca. <Es muy complicado decirle a un alumno que se matricula en un ciclo formativo pensando que va a realizar unos estudios técnicos para desarrollar una profesión que, además, queremos hacerle empresario>, afirma.

Pero lo cierto es que siempre hay jóvenes que recogen el guante y se lanzan a crear su propia empresa, mas aun en estos tiempo de crisis. En Egibide, el fomento del emprendizaje se ha convertido se ha convertido en una apuesta estratégica con el peso especifico en el área de Formación Profesional. En este centro alavés, fruto de la unión de Diocesanas y Jesús Obrero, la asignatura de Empresa-iniciativa emprendedora está presente en todos los grados que se imparten para que los alumnos tomen contacto con esta opción a través de una actividad práctica. El director, Xabier López de Santiago, comenta que <durante el curso tienen que generar una cooperativa en la que deben vender un producto o servicio>, y que les ayuda a ver cuáles son las fases de la puesta en marcha de una empresa y que conlleva.
Gracias a ello, algunos alumnos comienzan a barajar la opción del trabajo por cuenta propia al acabar sus estudios. Y para ello, también cuentan con el apoyo del centro. Actualmente, se están gestando seis proyectos empresariales en el marco de Urratsbat de los que <unos cuantos saldrán adelante>, pronostica su director.

Hasta la fecha, se han creado en Egibide alrededor de 20 empresas de las que un 60%  siguen en marcha. La mayor parte de las iniciativas se concentran en el sector de servicios como la hostelería, restauración o imagen personal, aunque también hay ideas en ámbitos más emergentes como la venta “on-line” o el medio ambiente; o en más tradicionales como la industria.

Pero el camino no es sencillo. Rosa Rodríguez, profesora de Empresa e Iniciativa Emprendedora y dinamizadora de Urratsbat en el instituto San Jorge de Santurtzi, asegura que los emprendedores necesitan <una persona de referencia que les enseñe el camino, les informe de nuevas subvenciones que puedan aparecer y les aconseje, por ejemplo, sobre la necesidad de contratar una asesoría, porque igual a ellos no se les ocurre>. Rosa también pone de relieve la implicación del resto del profesorado en las partes teóricas y práctica. En resumen, es una labor global, de equipo.

En este centro se han puesto en marcha 32 empresas y hay otras cinco más en proyecto, tanto por parte de estudiantes matriculados en ciclos formativos como por los que acuden por las tardes a cursos de formación continua y ocupacional. Compañías pequeñas que prestan servicio en sectores como mecánica, química, electricidad o peluquería.

Las fases

Todo proyecto empresarial surge de una idea. Una vez aprobada esta idea por los responsables del instituto, los alumnos reciben formación con cursos que les permiten conocer las herramientas fundamentales como el plan de negocio, de marketing, aspectos financieros…<Después, les toca hacer el proyecto de empresa y ahí es donde ven todos los pasos y las dificultades que se van a encontrar hasta su puesta en marcha>, destaca la dinamizadora de San Jorge.

Este trabajo se suma al propio de los estudios que están cursando. En el Centro Formativo Otxarkoaga el programa Urratsbat se desarrolla fundamentalmente con los estudiantes de los ciclos de Grado Medio. Javier Laiseca señala que es el segundo curso cuando las personas interesadas comienzan a trabajar en su idea empresarial, desde septiembre hasta marzo o abril, antes de incorporarse al módulo de Formación en centros de trabajo. <Cuando acaban las prácticas, con quienes están interesados seguimos adelante con la constitución de la empresa>, precisa.

Llega entonces el momento de buscar financiación y un local, en definitiva, de iniciar el salto al mercado. <Encontrar dinero es muy complicado actualmente>, confirman tanto Laiseca como Rodríguez, <existen problemas de cobro y de financiación de algunos proyectos>. En cambio, el espacio físico supone un problema menor, al menos al principio, ya que los propios centros cuentan con viveros en los que se instalan las nuevas empresas a coste cero. También es común que utilicen los talleres y otras instalaciones fuera del horario lectivo.
La labor de acompañamiento por parte de los institutos no concluye con la constitución de la compañía, sino que se prolonga en el tiempo. <El apoyo continuo, incluso cuando ya no están en el centro, con un seguimiento durante algunos años para asistirles en posibles problemas>, asegura López de Santiago. A su juicio, la crisis ha provocado que <los alumnos sean cada vez más conscientes de que el autoempleo es una tendencia que va en aumento>. Pero con eso no es suficiente y hay que ver si de verdad tienen una inquietud y <motivarles> para que la pongan en marcha.

E.S.S.: un ejemplo de éxito

Dentro de esos dos centenares largos de empresas que se han constituido en los centros de Formación Profesional las hay que vuelan alto. Es el caso de Engineering Solutions and Services (E.S.S), firma creada en 2011 de la mano de José Antonio Chusa y su socio Fernando Alonso, el año pasado obtuvo el premio Urratsbat a la mejor iniciativa empresarial. Esta ingeniería dedicada a proporcionar soluciones a compañías de troquelería y estampación, cuenta actualmente con siete trabajadores y está internacionalizando su actividad.

José Antonio Chusa, quien acumula una amplia experiencia laboral y formativa, reconoce que siempre le había seducido la idea de convertirse en empresario. Un deseo que tuvo la oportunidad de hacer realidad después de que cerrara la firma en la que trabajaba. El proyecto de E.S.S encontró acomodo en la Politeknika Txorierri. <Estuvimos haciendo el plan de negocio de Urratsbat y dedicábamos el tiempo libre a buscar locales adecuados para desempeñar nuestra actividad>, explica Chusa. Finalmente, gracias a la intermediación de Urratsbat, se instalaron en el Aula de Emprendizaje del instituto ubicado en Derio, donde permanecen desde hace casi tres años.

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