FORMACIÓN
PROFESIONAL Y
TAMBIÉN EMPRESARIAL
El programa Urratsbat ha conseguido que la llama del emprendizaje prenda en los alumnos de FP, que ha creado cerca de 400 empresas.
Euskadi
siempre ha sido cuna de grandes empresarios, de personas con espíritu emprendedor
que han ido creando un tejido productivo sólido. Una tradición que lejos de
perderse sigue vigente, y a la que se están sumando numerosos alumnos de
Formación Profesional gracias a la ayuda que encuentras en los centros
educativos a través de Urratsbat. Este programa de apoyo a la iniciativa
emprendedora nació en el curso 2000-2001 por la inquietud de seis institutos
que querían empezar a promover el emprendizaje en el ámbito de la FP. Sin embargo,
no fue hasta el año 2004-2005 cuando configuró como un servicio integral de
acompañamiento al alumno emprendedor, con la implicación de la Viceconsejería
de Formación Profesional de Gobierno vasco, el centro de innovación Tknika y
los propios centros.
En
nueve años de trayectoria, de las aulas han surgido 376 empresas, de las que
sobrevive el 75%, y se ha sensibilizado en iniciativas y cultura emprendedora a
más de 37.500 alumnos mediante el programa Ikasempresa. Urratsbat descansa en
cinco pilares esenciales, el emprendedor, el profesor-dinamizador, el centro de
FP, la coordinación de Tknika y el impulso de la Viceconsejería. La primera
fase de este proyecto consiste en la mentalización del alumnado sobre las
posibilidades que encierra el autoempleo
y es una de las más difíciles, según el director del Centro Formativo
Otxarkoaga de Bilbao, Javier Laiseca. <Es muy complicado decirle a un alumno
que se matricula en un ciclo formativo pensando que va a realizar unos estudios
técnicos para desarrollar una profesión que, además, queremos hacerle
empresario>, afirma.
Pero
lo cierto es que siempre hay jóvenes que recogen el guante y se lanzan a crear
su propia empresa, mas aun en estos tiempo de crisis. En Egibide, el fomento
del emprendizaje se ha convertido se ha convertido en una apuesta estratégica
con el peso especifico en el área de Formación Profesional. En este centro
alavés, fruto de la unión de Diocesanas y Jesús Obrero, la asignatura de Empresa-iniciativa
emprendedora está presente en todos los grados que se imparten para que los
alumnos tomen contacto con esta opción a través de una actividad práctica. El
director, Xabier López de Santiago, comenta que <durante el curso tienen que
generar una cooperativa en la que deben vender un producto o servicio>, y
que les ayuda a ver cuáles son las fases de la puesta en marcha de una empresa
y que conlleva.
Gracias
a ello, algunos alumnos comienzan a barajar la opción del trabajo por cuenta
propia al acabar sus estudios. Y para ello, también cuentan con el apoyo del
centro. Actualmente, se están gestando seis proyectos empresariales en el marco
de Urratsbat de los que <unos cuantos saldrán adelante>, pronostica su
director.
Hasta
la fecha, se han creado en Egibide alrededor de 20 empresas de las que un
60% siguen en marcha. La mayor parte de
las iniciativas se concentran en el sector de servicios como la hostelería, restauración
o imagen personal, aunque también hay ideas en ámbitos más emergentes como la
venta “on-line” o el medio ambiente; o en más tradicionales como la industria.
Pero
el camino no es sencillo. Rosa Rodríguez, profesora de Empresa e Iniciativa
Emprendedora y dinamizadora de Urratsbat en el instituto San Jorge de
Santurtzi, asegura que los emprendedores necesitan <una persona de
referencia que les enseñe el camino, les informe de nuevas subvenciones que
puedan aparecer y les aconseje, por ejemplo, sobre la necesidad de contratar
una asesoría, porque igual a ellos no se les ocurre>. Rosa también pone de
relieve la implicación del resto del profesorado en las partes teóricas y práctica.
En resumen, es una labor global, de equipo.
En
este centro se han puesto en marcha 32 empresas y hay otras cinco más en
proyecto, tanto por parte de estudiantes matriculados en ciclos formativos como
por los que acuden por las tardes a cursos de formación continua y ocupacional.
Compañías pequeñas que prestan servicio en sectores como mecánica, química,
electricidad o peluquería.
Las
fases
Todo
proyecto empresarial surge de una idea. Una vez aprobada esta idea por los
responsables del instituto, los alumnos reciben formación con cursos que les
permiten conocer las herramientas fundamentales como el plan de negocio, de
marketing, aspectos financieros…<Después, les toca hacer el proyecto de
empresa y ahí es donde ven todos los pasos y las dificultades que se van a
encontrar hasta su puesta en marcha>, destaca la dinamizadora de San Jorge.
Este
trabajo se suma al propio de los estudios que están cursando. En el Centro
Formativo Otxarkoaga el programa Urratsbat se desarrolla fundamentalmente con
los estudiantes de los ciclos de Grado Medio. Javier Laiseca señala que es el
segundo curso cuando las personas interesadas comienzan a trabajar en su idea
empresarial, desde septiembre hasta marzo o abril, antes de incorporarse al
módulo de Formación en centros de trabajo. <Cuando acaban las prácticas, con
quienes están interesados seguimos adelante con la constitución de la
empresa>, precisa.
Llega
entonces el momento de buscar financiación y un local, en definitiva, de
iniciar el salto al mercado. <Encontrar dinero es muy complicado
actualmente>, confirman tanto Laiseca como Rodríguez, <existen problemas
de cobro y de financiación de algunos proyectos>. En cambio, el espacio físico
supone un problema menor, al menos al principio, ya que los propios centros
cuentan con viveros en los que se instalan las nuevas empresas a coste cero. También
es común que utilicen los talleres y otras instalaciones fuera del horario
lectivo.
La
labor de acompañamiento por parte de los institutos no concluye con la constitución
de la compañía, sino que se prolonga en el tiempo. <El apoyo continuo,
incluso cuando ya no están en el centro, con un seguimiento durante algunos
años para asistirles en posibles problemas>, asegura López de Santiago. A su
juicio, la crisis ha provocado que <los alumnos sean cada vez más
conscientes de que el autoempleo es una tendencia que va en aumento>. Pero con
eso no es suficiente y hay que ver si de verdad tienen una inquietud y
<motivarles> para que la pongan en marcha.
E.S.S.:
un ejemplo de éxito
Dentro
de esos dos centenares largos de empresas que se han constituido en los centros
de Formación Profesional las hay que vuelan alto. Es el caso de Engineering
Solutions and Services (E.S.S), firma creada en 2011 de la mano de José Antonio
Chusa y su socio Fernando Alonso, el año pasado obtuvo el premio Urratsbat a la
mejor iniciativa empresarial. Esta ingeniería dedicada a proporcionar
soluciones a compañías de troquelería y estampación, cuenta actualmente con
siete trabajadores y está internacionalizando su actividad.
José
Antonio Chusa, quien acumula una amplia experiencia laboral y formativa,
reconoce que siempre le había seducido la idea de convertirse en empresario. Un
deseo que tuvo la oportunidad de hacer realidad después de que cerrara la firma
en la que trabajaba. El proyecto de E.S.S encontró acomodo en la Politeknika
Txorierri. <Estuvimos haciendo el plan de negocio de Urratsbat y dedicábamos
el tiempo libre a buscar locales adecuados para desempeñar nuestra
actividad>, explica Chusa. Finalmente, gracias a la intermediación de
Urratsbat, se instalaron en el Aula de Emprendizaje del instituto ubicado en
Derio, donde permanecen desde hace casi tres años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario