viernes, 29 de noviembre de 2013

La Lomce, un despropósito para la FP vasca

La Lomce, un despropósito para la FP vasca


NECESITAMOS DESARROLLO PERSONAL Y PROFESIONAL EN UNA SOCIEDAD MODERNA, COHESIONADA, SOLIDARIA Y COMPETITIVA. PERO LA LOMCE VA EN SENTIDO CONTRARIO. NO RESPETA NUESTRA SINGULARIDAD Y COMPETENCIAS Y FRENA EL GRAN TRABAJO QUE SE HA HECHO A LO LARGO DE AÑOS

POR JORGE ARÉVALO, * VICECONSEJERO DE FORMACIÓN PROFESIONAL DEL GOBIERNO VASCO 

POSIBLEMENTE estamos viviendo uno de los peores momentos de nuestra historia moderna. Los retos que tenemos por delante son de una gran complejidad y las perspectivas en gran medida nos producen una gran incertidumbre. Personas que han perdido el empleo, jóvenes que no encuentran su primer empleo, empresas que por diversos motivos no consiguen mantener su actividad y caen.
Pero es ahí donde debemos ser conscientes de lo que somos, de dónde estamos y de lo que somos capaces todos juntos de hacer. Tenemos sectores productivos que son en la actualidad competitivos a nivel mundial. Una industria que ha ido evolucionando hacia un alto nivel tecnológico y que también a día de hoy está teniendo mucha actividad y apunta hacia importantes niveles de crecimiento, con un sector servicios que está adquiriendo una gran importancia. Además, tenemos una magnífica red de I+D+i con altos niveles de eficiencia. Porque Euskadi tiene un gran futuro por delante. Pero ese gran futuro lo tendremos que alcanzar, como siempre nos ha tocado hacer, con mucho esfuerzo, mucho trabajo y un gran compromiso.
Para superar todos los retos que tenemos que asumir necesitamos personas muy bien preparadas, porque son ellas las que dan el conocimiento, la creatividad y la genialidad a las ideas y a los proyectos. Y, además, son ellas las que ponen en marcha esos proyectos. Afianzar el camino de la recuperación y del crecimiento de Euskadi y hacerlo de forma sostenida en el tiempo supone contar con esas personas bien preparadas y con empresas muy competitivas. Porque sin empresas no hay futuro y sin personas bien preparadas, tampoco.
Necesitamos personas con mayor conocimiento y mejores capacidades. Un conocimiento que engloba tres elementos fundamentales: la tecnología, la ciencia y las humanidades. Tres elementos que deben sumarse para que las personas entiendan el qué, el porqué, el cómo y el para qué de las cosas. Desarrollo personal y desarrollo profesional con unos valores bien arraigados en una sociedad moderna, cohesionada, solidaria y competitiva. Y en todo ello la educación y la formación juegan un papel fundamental.
La nueva Ley de Educación (Lomce) va exactamente hacia el camino contrario. No solo no respeta nuestra singularidad y nuestras competencias, sino que frena el gran trabajo que se ha hecho a lo largo de los años en el sistema educativo vasco. Un trabajo compartido, consensuado y acordado entre sensibilidades y formas de trabajar diferentes. Un gran trabajo realizado por muchas personas, con el que estamos consiguiendo unos resultados que nos sitúan por encima de la media europea.
Para la Formación Profesional vasca, la Lomce es un despropósito. Vuelve a crear un doble itinerario: el de los buenos y el de los torpes. Como ocurría en los años 70, la Lomce dirige a los buenos estudiantes hacia el bachillerato y la Universidad y a los que, desde un punto de vista trasnochado e injusto y con una perspectiva muy corta de miras considera menos brillantes, los deriva hacia ese itinerario dirigido hacia la FP.
Pero en Euskadi no existen personas torpes. Existen personas con diferente nivel de conocimientos o con diferentes capacidades y destrezas. O personas que, por diferentes problemas, no pueden cursar sus estudios con normalidad. Y a todas ellas se les proponen itinerarios educativos y de Formación Profesional flexibles y adaptados para que puedan desarrollarse con normalidad tanto en su ámbito personal como en el profesional.
En la Formación Profesional del País Vasco necesitamos personas con una buena formación general que les permita acceder posteriormente a un amplio conocimiento técnico y a una adecuada preparación para desarrollar su trabajo. Porque un técnico de grado medio en la FP es un futuro técnico cualificado y un técnico superior de FP es un futuro mando intermedio. Como ejemplo, sirva que los técnicos cualificados y mandos intermedios suponen el 70% de los puestos de trabajo de las empresas de nuestro sector industrial. Y la competitividad del País Vasco nos la vamos a jugar en gran medida con esos técnicos cualificados y esos mandos intermedios.
Lo que no necesitamos es una ley que nos retrotraiga a hace 40 años y que no nos permita dar las respuestas adecuadas a los retos del presente y del futuro
Pero la Lomce no solo no nos permite seguir trabajando como lo hacemos en la actualidad, sino que nos plantea un modelo que prepara a un número muy importante de personas con un muy bajo nivel de formación. Personas que no habrán terminado ni siquiera la Secundaria Obligatoria y accederán a la Formación Profesional sin los conocimientos necesarios que les permitan prepararse para trabajar en unos sectores productivos con actividades cada vez más complejas. La FP en la Lomce avanza hacia atrás, consolidando un modelo antiguo, caduco y que dio hace años muy malos resultados. En el País Vasco necesitamos que las personas salgan del sistema educativo aún con mayor conocimiento y con nuevas competencias adquiridas. Necesitamos un modelo de FP flexible, porque los modelos estáticos como el que plantea la Lomce, en una sociedad en constante evolución, no tienen ningún sentido. Porque necesitamos ajustar bien los perfiles profesionales y la formación para alcanzarlos, teniendo como objetivo la demanda real de nuestros sectores productivos y las posibilidades de empleabilidad de las personas.
La Formación Profesional en Euskadi ha ido desarrollando, a lo largo de los últimos 18 años, un sistema que respondido con garantía y eficacia a las diversas necesidades de nuestro sistema productivo, tanto en el ámbito de la competitividad como en el de la empleabilidad. Se ha hecho un trabajo inmenso a lo largo de esos años. Sin olvidar su gran tradición, la Formación Profesional vasca debe ahora desarrollar y trabajar esquemas diferentes e innovadores. No podemos ir hacia atrás. Debemos cambiar y evolucionar hacia las nuevas responsabilidades que el escenario futuro nos está permitiendo vislumbrar. Si la economía del País Vasco necesita crecer, sus empresas quieren ser más competitivas y las personas precisan estar más preparadas y cualificadas, es fundamental que la Formación Profesional se prepare y desarrolle un nuevo esquema organizativo, una nueva estructura formativa que avance por nuevos caminos innovadores, algunos aún desconocidos, y que se sume al trabajo para conseguir que se produzca ese avance que necesitamos en nuestra sociedad, en nuestras empresas, en nuestros capital humano y en nuestros sistemas de formación. De esa manera conseguiremos que el País Vasco mantenga los niveles de competitividad, de crecimiento y de bienestar que todas y todos queremos.
Lo que no necesitamos es una ley que nos retrotraiga a hace 40 años y que no nos permita dar las respuestas adecuadas a los retos del presente y del futuro. Porque la Formación Profesional vasca no puede mantener una actitud defensiva ante una situación de marcada complejidad. Debe adelantarse centrando sus esfuerzos en la necesidad añadida de trabajar con otras metas y objetivos, con la necesidad de buscar una forma de hacer diferente, una forma de hacer que se apoye en un trabajo de cooperación, entre personas, centros de FP y empresas.
Con diálogo y con acuerdos, construyendo sobre lo construido y trabajando sobre la base de lo ya trabajado, la FP del País Vasco seguirá avanzando para abrir nuevas posibilidades de desarrollo que nos permitan conseguir nuevos objetivos y mejores resultados respecto a la empleabilidad de las personas y a la competitividad de las empresas. Y todo ello a pesar de la Lomce.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Gobierno Vasco subvenciona proyectos de innovación y emprendizaje de FP


Gobierno vasco subvenciona con 770.000 euros proyectos de innovación y emprendizaje de centros de FP


Gobierno vasco subvenciona con 770.000 euros proyectos de innovación y emprendizaje de centros de FP

El Consejo de Gobierno vasco ha aprobado este martes una orden por la que se convocan, por un importe de 770.000 euros, las subvenciones para realizar proyectos de innovación y emprendizaje a desarrollar por centros concertados y centros públicos de titularidad municipal que imparten ciclos formativos de Formación Profesional correspondientes al curso 2013-2014.


El objeto de esta convocatoria es convocar subvenciones destinadas a impulsar proyectos de innovación y emprendizaje a desarrollar a lo largo del curso 2013-2014, necesarios para adecuar la oferta formativa de Formación Profesional a las necesidades del sistema productivo.

Además, financiarán la liberación total o parcial del personal docente que lleve a cabo estos proyectos de innovación y aprendizaje con el fin de transferir estos conocimientos al resto de los centros educativos.

Podrá acogerse a la misma los centros concertados y los centros públicos de titularidad municipal que hayan tenido concertados o conveniados ciclos formativos de Formación Profesional en el curso 2012-2013.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Gobierno Vasco destina 366.000 euros a la Formación en Alternancia





Gobierno vasco destina 366.000 euros para desarrollar proyectos para la Formación en Alternancia
El Consejo de Gobierno ha aprobado la orden por la que se convocan subvenciones para desarrollar proyectos de Formación en Alternancia en centros concertados y centros públicos de titularidad municipal, que imparten ciclos formativos de Formación Profesional correspondientes al curso 2013-2014, por un importe global de 366.000 euros.
El Consejo de Gobierno ha aprobado la orden por la que se convocan subvenciones para desarrollar proyectos de Formación en Alternancia en centros concertados y centros públicos de titularidad municipal, que imparten ciclos formativos de Formación Profesional correspondientes al curso 2013-2014, por un importe global de 366.000 euros.


El objeto de la presente Orden es subvencionar proyectos de Formación el Alternancia dirigidos a la obtención de un título de Formación Profesional, a través de un proceso de aprendizaje que se desarrolla durante el curso 2013-2014.



Los proyectos de formación en Alternancia abordan la formación tanto en el propio centro educativo como en el lugar de trabajo, y tienen como objetivo la mejora de las competencias profesionales, personales y sociales, para la obtención de un título de Formación Profesional inicial en régimen de alternancia, con una actividad laboral retribuida en la empresa.

Se quiere facilitar, tanto la formación de las personas que están cursando los ciclos formativos, como su incorporación al sistema productivo de las empresas, por medio del desarrollo de un modelo de aprendizaje integral de las personas. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Cuando el alumno es el empresario



Cuando el alumno es el empresario

Los centros de Formación Profesional han creado 330 empresas con alumnos desde 2004.
100 alumnos de Mondragón Unibertsitatea montan ocho cooperativas con clientes y proyectos reales mientras estudian.
Eduardo Azumendi
"¿Cómo convencer a los chavales que estudian Formación Profesional de que no se vayan fuera de Euskadi cuando terminan los ciclos formativos?", se pregunta Jorge Arévalo, viceconsejero de Formación Profesional. "Pues ofreciéndoles algo consistente. Si generamos en el ámbito de la FP empresas, generamos un futuro para los chicos. Se trata de una posibilidad de empleo seguro porque arrancan con su propia empresa”, se responde a si mismo. Uno de los proyectos más importantes de los centros de FP en Euskadi es el programa Urratsbat, dedicado a tutelar e impulsar la creación de empresas con los alumnos de los ciclos formativos. Desde el año 2004, los centros de Formación Profesional han creado cerca de 400 pequeñas empresas, de las que el 80% sigue funcionando. El objetivo del Departamento de Educación es reforzar este programa. “Es fundamental crear puestos de trabajo destinados a los jóvenes en estos momentos".
Cada año se ponen en marcha cerca de 40 empresas. "Lo importante es que de todas las que hemos puesto en marcha, casi el 80% se mantienen". El programa se centra en que las empresas creadas por estos estudiantes tengan un recorrido de futuro "razonable". "No se deja hacer cualquier cosa. El 60% de las empresas son del sector servicios y el resto corresponde al área industrial. Pero necesitamos más sector industrial. Eso requiere financiación".
Sergio González es uno de esos jóvenes que ha pasado por el programa en  busca de ayuda para montar su empresa. "He desarrollado un proyecto por mi cuenta, una consultoría de biomimética. Es decir, me inspiro en la naturaleza para desarrollar aplicaciones tecnológicas. Cuando empiezas te sientes solo ante el mundo. El que te faciliten relaciones y te abran algunas puertas es fundamental".
El centro de Formación Profesional de Mendizabala, en Vitoria, es uno de los institutos que cuenta con el programa Urratsbat. Pedro Ibáñez, director del centro, que cuenta con más de 750 alumnos de grado medio y superior, explica que el sistema va por fases. “En un primer momento se trata de  sensibilizar. A los alumnos que tienen interés se les da un curso de 16 horas para ir puliendo su proyecto. Y en la tercera fase se les asesora sobre el tipo de ayudas a las que pueden acogerse. El alumno que termina no suele montar empresas, la mayoría busca trabajo por cuenta ajena. Pero esta es una posibilidad que cada vez concita más atención”.

Tejido productivo

Además, al crear este tipo de empresas, se crea tejido productivo y se genera actividad, enfatiza Arévalo.  "Montamos empresas donde creemos que hay huecos. Los alumnos están durante un año haciendo su empresa y produciendo, trabajando. Y en todo momento cuentan con el apoyo del centro a nivel de teléfono, instalaciones, profesores de apoyo, incluso maquinaria si es preciso. Una vez que transcurre el año, ellos siguen con su empresa".
Maite Martínez de Lagos, es la coordinadora del proyecto Urratsbat en el centro Mendizabala. Asegura que la razón por la que la mayoría se decanta por crear una empresa de servicios es porque es mucha más barata, ya que no precisa de inversiones en maquinaria. "La mayoría de las empresas son pequeñas, con poco capital de inicio. Pero aquí hemos tenido algunas que se han convertido en pymes con facturación superior a los 10 millones de euros en un año. Han conseguido un punto de internacionalización".
Según la coordinadora, mientras son alumnos "les cuesta pensar en montar una empresa, pero hay una cultura emprendedora en el centro que les anima. Cuando se deciden, toda la red de contactos del centro se pone en marcha para ayudar.  Por ejemplo, el año pasado dos alumnos querían gestionar las piscinas de verano de su pueblo en verano. Recurrieron a Urretsbat para preparar un pliego de condiciones. Les ayudamos, pero si no llegamos, también podemos recurrir a otros especialistas con los que tenemos acuerdos como Ajebask (jóvenes empresarios vascos)".

Junior cooperativas

Un modelo parecido al de Urratsbat viene aplicándose desde hace algunos en Mondragón Unibertsitatea. Alrededor de cien estudiantes han montado ocho junior cooperativas. Los estudiantes forman equipos de trabajo autogestionados que se emplean en cooperativas con clientes y proyectos reales.  El proyecto cuenta con el apoyo del Gobierno vasco, que está interesado en trasladarlo también a la Universidad del País Vasco (UPV). Cuando los alumnos obtengan su licenciatura, las cooperativas perderán el apellido de junior y pasarán a funcionar como una cooperativa más.
El Gobierno vasco considera que mediante esta fórmula (que cuenta con ayudas de hasta 2.100 euros por persona trabajadora), los estudiantes adquieren y desarrollan las competencias básicas y necesarias propias de cualquier emprendedor mediante prácticas reales con proyectos empresariales. Una iniciativa encaminada a fomentar el autoempleo, “más necesario e interesante que nunca en un momento de crisis como el actual”, apuntan desde el Ejecutivo.

viernes, 8 de noviembre de 2013

¡Haz tus prácticas en empresas en el extranjero!



No te lo pierdas: ¡realize tus prácticas en empresas en el extranjero!

Me llamo Alaine Iribar, tengo 24 años y he realizado el Ciclo formativo de grado superior de Diseño en Fabricación mecánica en Oteitza Lizeo Politeknikoa, en Zarautz.

Tras finalizar el primer curso me puse a pensar qué salidas tendría si me quedaba en Euskadi para hacer las prácticas en empresa y justo en ese momento me comentaron que tenía la posibilidad de hacer las prácticas en el extranjero. Me pareció una idea estupenda, tenía amigas que en su momento se habían ido y me dijeron que no desaprovechar la oportunidad.

Desde que comencé a realizar el Ciclo formativo tenía claro que tras las prácticas quería empezar a trabajar, y qué bien si además era en el extranjero.

No fui la única de clase que quiso realizar las prácticas fuera, pero me dieron la oportunidad a mí porque era quién cumplía mejor los requisitos que exigía el centro. Cuando me apunté me preguntaron a qué tres sitios quería ir de una lista larguísima de países. Elegí Alemania, Finlandia y Lituania y me tocó ir a Alemania. ¡Qué suerte! Me hacía mucha ilusión ir a Alemania.


El  responsable de las becas de Erasmus del centro nos daba cualquier información en cuanto disponía de ella. Venía y nos decía que no nos pusiéramos nerviosos ni nosotros ni nuestros padres.

Antes de salir compramos el vuelo y conseguimos alojamiento para 3 meses, el alojamiento gracias a  la organización de apoyo que tiene la Asociación HETEL en Alemania: un piso para compartir con otros dos estudiantes.

Llegamos a Alemania el 5 de abril, un viernes y ese fin de semana lo pasamos conociendo la zona, viendo cómo moverse en tranvía, autobús y cómo llegar a donde íbamos a hacer las prácticas. Yo he hecho las prácticas en la ciudad de Darmstadt, a 35 k  de Frankfurt. Era una empresa pequeña pero muy interesante.

Mi casa estaba solo a 12 km de Darmstadt y cogía el tranvía todos los días para llegar al trabajo. Lo que más me costó fue levantarme tan pronto, porque aunque sólo había 12 km de distancia el tranvía hacía un montón de paradas y tardaba 40 minutos en llegar.

En la empresa todos se han portado muy bien conmigo, si necesitaba ayuda me ayudaban. Algunos compañeros no hablaban inglés pero  conseguíamos entendernos y teníamos un buen ambiente de trabajo.

En la empresa, cuando estuve en oficina casi nadie hablaba, todos estaban concentrados trabajando. En el taller también pasaba algo similar pero se hablaba un poco más entre compañeros. Aunque era una empresa pequeña, teníamos una cocina y podíamos usarla para preparar o calentar comida.

No he tenido mucha ocasión de aprender alemán pero sí he mejorado mi inglés y ese era uno de mis objetivos. El otro era trabajar y aprender mucho.

A mi alrededor tenía otros 8 estudiantes, haciendo prácticas como yo. Dos de ellos vivían en mi misma casa, otros dos en Darmstadt y los cuatro últimos un poco más lejos. Nos juntamos un par de veces para conocernos y ver cómo nos iba. La cultura que he conocido es un poco distinta a la nuestra. Lo que más me ha costado ha sido comer a las 12 y cenar tan pronto. Aunque lo intenté no conseguí cenar nunca antes de las 21:00, me sentía como en casa.

Mi recomendación: si podéis, salid al extranjero a hacer las prácticas, no os arrepentiréis. Si tuviera de nuevo la oportunidad de hacerlo volvería a hacer lo mismo sin pensarlo ni un momento.

PROYECTOS INTERNACIONALES DE HETEL


ERASMUS

Anualmente cerca de 200 alumnos de nuestros centros realizan sus prácticas en empresas europeas (estancias de 12 semanas)
GLOBAL TRAINING

Alrededor de 50 titulados de FP han obtenido una beca para trabajar 6 meses en empresas extranjeras.
VETPRO

Anualmente un grupo de Directores/profesores de los centros HETEL visita un país europeo para conocer Buenas prácticas en ámbitos concretos (en 2014 el tema será la FP en alternancia)
TOI LEONARDO DUAL
TRAINING SYSTEM

HETEL lidera un proyecto TOI en el que participant socios del País Vasco, Lituanos, Holandeses, Portugueses y Alemanes con el objetivo de desarrollar nuevas metodologías para la implantación de la FP dual en los centros.
HEZKUNTEK

HETEL e Ikaslan junto con Sehaska desarrollan un acuerdo para que algunos alunmnos del país vasco francés estudien ciclos formativos en el País Vasco



martes, 5 de noviembre de 2013

Alumnos a la carta para la industria vasca

Alumnos a la carta para la industria vasca

Algunas empresas encargan a centros de FP un ciclo ajustado a sus necesidades. Otras montan pequeñas “universidades” en sus instalaciones
  • La FP en alternancia, que combina estudio y trabajo, es la iniciativa estrella del Gobierno vasco y va ya por la segunda promoción.
BILBAO. La realización entre el sistema de enseñanza vasco y el tejido empresarial se estrecha. A veces el título de FP, el grado, la ingeniería o el máster no se ajusta o no llega al nivel de especialización que exige la industria para cubrir sus empleaos. Hay compañías que, incluso, se han visto obligadas a contratar profesionales de otras comunidades. Para superar esa carencia, el Gobierno vasco puso en marcha la Formación el Alternancia, en la que el alumno pasa parte de su aprendizaje en una empresa. Junto a esa iniciativa, hay otras experiencias en Euskadi como la de firmas que encargan a centros de FP ciclos a la medida de sus empleos o las de otras que desarrollan cursos de especialización en sus propias instalaciones – como pequeñas universidades – para lograr el perfil profesional que precisan. Todo ello ha permitido dar un paso más en el difícil ajuste entre lo que aprenden los alumnos y lo que requiere el mercado laboral.

La planta baja del edificio de Aernnova en el Parque Tecnológico de Zamudio alberga el centro de formación de esta empresa, que se asemeja al aula de una moderna universidad en la que un centenar de jóvenes aprenden el oficio de diseñar y fabricar estructuras de aviones. Este proyecto, subvencionado por el Gobierno vasco, ha permitido que la compañía aeronáutica saque del paro a 90 ingenieros y diez titulados de FP y los forme durante dos cursos, con contrato y sueldo, y con el compromiso de que la mayoría se incorporen a la plantilla. El tirón de la industria aeronáutica permite augurar a los responsables del proyecto que esta novedosa formula tendrá continuidad.

«Necesitábamos una formación muy específica, que no se da en los centros de FP ni en las universidades. Es la primera vez que realizamos esta experiencia y al Gobierno vasco le ha gustado el proyecto. Los jóvenes son empleados de la empresa desde el minuto uno y reciben una enseñanza muy personalizada», resume Javier Arrabal, responsable de la oficina de Zamudio de Aernnova. Esta firma plantea, incluso, dar un título a los alumnos que completan el programa.

Si la primera fase de la formación sirve para que los estudiantes aprendan los conocimientos básicos de la profesión que van a desarrollar, ya desde una segunda etapa participan en proyectos concretos  de la empresa. Y en la fase final se integran en seminarios en los que se tratan casos particulares, diseño y construcción de piezas y entran en contacto con los clientes. Más del 80% pueden acabar contratados. Incluso, aunque no se coloquen el la propia empresa, el perfil profesional con el que salen estos jóvenes está muy solicitado en todo el mundo.

El único problema con el que se topó Aeronnova para seleccionar a los 100 aspirantes fue el inglés. No encontraba jóvenes con formación suficiente en ese idioma – que sean «autónomos» en la lengua -, un requisito imprescindible en el sector aeronáutico.

CURSOS POR ENCARGO

Para algunos de los participantes, este programa ha supuesto cambiar una especialidad de ingeniería en la que no encontraba trabajo, y preparase en otra con más salidas. Una buena parte de ellos venía de cierre de una empresa o de pasar años hilando becas y practicas con retribuciones muy bajas. Es el caso de José Ignacio Ibarguren, de 36 años, que estaba en el paro tras un ERE cuando le seleccionaron para este programa. O el de Sandra Cepeller, de 30 años, e Itxaso Aldekos, de 29, ingenieras industriales que por sus especialidades relacionadas con la construcción lo tenían difícil para lograr un empleo por la grave crisis en el sector. O Goizane Rodríguez, de 27, que completo varios años de prácticas y becas mal retribuidas. Ahora todos ellos se confiesan encantados con esta oportunidad. Natalia Soldevilla, de 32 años, también es ingeniera de la empresa aeronáutica I.T.P, que tiene su sede en el Parque Tecnológico de Zamudio, y le paso algo parecido que a sus colegas de Aeronnova. Se licencio en Quimica en la UPV y tras enlazar becas  y practicas poco remuneradas, combinadas con temporadas en el paro, se fue al extranjero. Encontró empleo en una fábrica de pinturas en Austria, pero ella quería volver a Euskadi. «Como sabía que con mi licenciatura iba a ser difícil, estudie el segundo ciclo de ingeniería por la especialidad de Materiales», recuerda. Entró en I.T.P. para hacer el proyecto de fin de carrera; una vía de cooperación entre universidad y empresa que le ha permitido adquirir el perfil profesional especializado que requería este fabricante de motores de aviones. «Tienes un tutor un año y recibes formación», relata satisfecha esta joven que ha logrado este año el premio al mejor proyecto fin de carrera de la escuela de ingenieros. Ahora ocupa un puesto, que combina investigación en materiales con el trato con clientes, que le gusta.

I.T.P también utiliza la fórmula de encargar cursos a Centros de Formación Profesional para cubrir puestos que  precisan una gran especialización. De las incorporaciones de titulados de FP en su taller en 2013, 19 llegaron de dos cursos realizados de forma específica para la firma aeronáutica en el instituto de Elorrietica y el de Máquina Herramienta de Elgoibar; y 10 más habían completado un programa de Ensayos No Destructivos también diseñado a medida de las necesidades de la firma de Zamudio. Casi una veintena de jóvenes eran becarios que hicieron sus prácticas en la empresa.


Maider Olano es un  ejemplo de esa relación estrecha que mantienen ahora los centros de FP y la industria vasca. Tiene 28 años y siempre quiso ser soldadora, «en un  principio de joyas pero después opté por las piezas pequeñas de metal», recuerda. Se fijó una meta, «trabajar en I.T.P., porque es una empresa en la que tendría la oportunidad de soldar ese tipo de piezas». Con ese fin se matriculó en un instituto de FP vizcaíno que ofrecía prácticas a sus alumnos en la empresa de Zamudio. Lleva ya cinco años en la firma aeronáutica y es la única soldadora del taller. Asegura que disfruta con su trabajo.


ESTUDIAR Y TRABAJAR

El Gobierno vasco detecto esta demanda de “alumnos a la carta” que cubran los empleos especializados en la industria vasca. Es la razón vasca por la que ha implantado la formación profesional en alternancia (Hezibi). Esta modalidad permite que los estudiantes de ciclos de FP combinen a diario las clases y el trabajo en una empresa durante un año. En la primera promoción que comenzó en octubre de 2012 y finaliza ahora, participaron 126 alumnos. Para este curso se ha incrementado a 233 el número de participantes. «Gracias a Hezibi, las empresas vascas tienen la oportunidad de contar con profesionales de un perfil plenamente a sus propias necesidades y procesos, lo que redunda en la mejora de su capacidad productiva y competitiva. Son ellas, en coordinación con el centro de FP, las encargadas del proceso de aprendizaje, con lo que logran una mayor especialización de los nuevos empleados», señalan desde Educación.

Julen Elgeta, presidente de Hetel –agrupación de centros vascos de FP de iniciativa social -, explica que, aunque supone un esfuerzo ,mayor para el alumno, ya que tiene que estudiar y trabajar, es una oportunidad «muy golosa». De hecho, «hay siempre más demanda que puestos ofrecidos por las empresas». Los estudiantes tienen un contrato laboral y un  sueldo, que ronda los 400 o 500 euros al mes por media jornada. El alumno cuenta con un tutor en el centro de enseñanza y otro en su puesto de trabajo.

«Los recomiendo cien por cien, yo he logrado un contrato»
M.F VALLEJO
BILBAO. Eneko Goitia está de enhorabuena. Este joven de Durango pertenece a la primera promoción de formación en alternancia de la FP, que durante el segundo curso reparten su jornada entre las clases y el trabajo en una empresa. El pasado jueves finalizaba su etapa en un centro de innovación metalúrgico en el que ha realizado su estancia formativa y le ofrecieron un  contrato de un año. 
«Recomiendo esta experiencia cien por cien. Es una enseñanza mucho más practica», resalta. De hecho, hay asignaturas que se superan con los proyectos que se hacen en la empresa. «Ves la aplicación de lo que estudias en casos reales. Y, además, te puede abrir muchas oportunidades de empleo. Es una motivación extra», comenta este joven que ha estudiado en el centro de Maristas de Durango el ciclo de Diseño y Fabricación Mecánica, una de las especialidades de FP superior con más salidas en el mercado laboral. 
Reconoce que esta experiencia supone más esfuerzo porque hay que acudir media jornada a estudiar y otra media a trabajar. Pero tiene sus compensaciones. Durante el periodo formativo  ha disfrutado de un contrato de 10.000 euros anuales. «En la empresa he hecho un trabajo como otro empleado», afirma orgulloso.
Oier Mamterola estudia en el centro FP de Somorrostro el ciclo de Mecatrónica -automatización y robótica-. Participa en el programa Hezibi, la FP dual. Trabaja de 8.30 a 1 del mediodía y estudia de 2 a 8 de la noche. Tiene un sueldo de 550 euros. Comenta que es duro pero se confiesa «muy contento» de tener la oportunidad de adquirir experiencia laboral.

El mayor problema con el que se topa este proyecto de formación en alternancia es encontrar a un número suficiente de empresas a acoger a alumnos, un obstáculo agravado por la crisis. Según los datos del Gobierno vasco son las firmas guipuzcoanas del sector industrial las que lideran la participación en este programa porque buscan profesionales muy especializados que formen parte del desarrollo de productos innovadores y avanzados», explican los responsables de Hezibi.
 Las chicas despegan en la aeronáutica

Los responsables de la FP de Euskadi tratan desde hace años de dirigir a las chicas a las especialidades de la industria, las que tienen más salidas laborales. Todavía hay un largo camino por recorrer porque su presencia es mayoritaria en ciclos relacionados con la educación, sanidad y servicios. Los expertos recomiendan optar por la mecánica, la electricidad, la electrónica o automatización, especialidades que van a reclamar las empresas cuando remonte la economía y llegue el relevo generacional en la industria. Este curso las matriculas de FP han alcanzado los 32.000 estudiantes, 1.300 más que el anterior y 7.000 más que hace cinco, lo que supone un 33% de crecimiento. En las ingenierías se ha avanzado más en la presencia de las mujeres, aunque sigue siendo una profesión masculina. De hecho ingeniería y arquitectura son los estudios con más alumnos varones en la UPV. Este año hay matriculados en esas especialidades 1.635 chicos frente a 515 chicas. Las crecientes oportunidades de trabajo la industria aeronáutica están abriendo un nicho de empleo para las ingenierías. De hecho, cada vez mayor su presencia en este sector de la construcción de aviones.