lunes, 31 de marzo de 2014

Una formación en red








Una formación en red


Pedro Ibañez, presidente de Ikaslan Araba, destaca las ventajas de emprender al amparo de Urratsbar.

Ikaslan Araba es una asociación formada por once centros públicos del territorio que imparten Formación Profesional. Su principal objetivo es ser un referente en el mundo educativo en todos los temas relacionados con la FP, canalizando ante las diferentes administraciones y asociaciones profesionales sus propuestas, intereses y proyectos, en busca de una mejora continua de la calidad de la enseñanza profesional. Sin olvidar la renovación continua y la ampliación de la oferta educativa, así como mantenerse al día en capacidad tecnológica. Ikaslan Araba participa y colabora con sus homólogos en Bizkaia y Gipuzkoa en diferentes proyectos, en el convencimiento de que la FP es una apuesta estratégica del presente y del futuro.

Además de las titulaciones de ciclos formativos de grado medio y superior en 18 familias profesionales, se imparte formación para el empleo tanto para trabajadores en activo como para desempleados. Esta formación es principalmente certificable, es decir, itinerarios de unidades formativas orientadas a la obtención de certificados de profesionalidad. Dentro del extenso catalogo de esta red de centros se pueden encontrar cursos y módulos para todas las inquietudes tanto industriales como del sector servicios. Fabricación mecánica, Electricidad-Electrónica, Construcción, Hostelería, Artes Graficas, Imagen personal o Informática son algunas de las posibilidades que ofrecen dentro de los programas de Lanbide, Hobetuz o las convocatorias de cursos de la Diputación Foral de Alava. Con cursos de diferente duración y temática se abre un abanico de alternativas en estos centros para intentar dar respuesta a las necesidades de cada estudiante o profesional, que cada vez confían más en la cualificación para resolver su futuro.

El camino del autoempleo

Testigos en primera línea de cómo ha cambiado el panorama laboral, desde Ikaslan se ha constatado un crecimiento importante del emprendimiento en los últimos años. “Ya sea por convicción o pura necesidad debido a la pérdida del empleo, se han hecho muchos esfuerzos por que sea más visible socialmente la figura del emprendedor y la importancia del autoempleo como respuesta a la falta de ofertas de trabajo”, apunta Pedro Ibáñez, director del centro Mendizabala y presidente de Ikaslan Araba. En este sentido, reconoce que la convicción es necesaria pero además hay que contar con apoyos. “Si se encuentran posibilidades de acceder a un empleo, las personas con ideas son mas remisas a sacarlas adelante. Cuando el mercado laboral está en crisis el emprendimiento es uno de los pocos recursos con que cuentan”, recalca el docente.

En cuanto al perfil, desde su experiencia en centros de FP, se trata de pequeñas empresas, generalmente de menos de 3 personas que pertenecen al sector industrial o de servicios, por lo general  y con amplio conocimiento del medio. Los sectores pueden ir desde la automoción, diseño editorial, aplicaciones informáticas, gestión del conocimiento, hostelería, alquiler de vehículos hasta el mecanizado. Aunque no es la receta mágica para todos, el presidente de Ikaslan pone como ejemplo la mejor `mortalidad´ de las empresas nacidas al amparo del programa Urratsbat –iniciativa del Gobierno Vasco en la que toman parte estos centros-, más pequeña que la que se generan por otros programas. “Ponemos mucho énfasis en que los emprendedores analicen todas las variables, estudien los mercados, hagan pruebas de lanzamiento, etc. Hay toda una red de apoyos que ayuda a que el proceso de creación y puesta en marcha de un proyecto empresarial sea de la forma más solida posible”, recalca Ibáñez.

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