La oferta formativa trata de adaptarse a las necesidades
actuales.
Le exigencia de programar una
oferta formativa coherente con las necesidades de la estructura productiva ha
sido una máxima para todos los servicios públicos de empleo, más en estos
últimos tiempos. Se trata de facilitar una formación que permita los mejores
resultados de inserción entre la población receptora. No obstante, ahora no es
una tarea fácil. “En estos momentos, los resultados de inserción son muy bajos,
pero no son achacables directamente a la naturaleza de la formación”, matizan
desde Lanbide, que el pasado año destinó 74,4 millones a cursos de formación.
Aún así, la baja tasa de
incorporación al mercado sí ha llevado implícita una circunstancia constatable:
un exceso de “producto” en la mayoría de las formaciones que se imparten. Según
cifras del servicio de empleo, se han destruido aproximadamente 75.000 puestos
de trabajo en los últimos cinco años, mientras que se ha formado en distintas
familias profesionales, certificados de profesionalidad y unidades de
competencia a más de 15.000 por año. “En definitiva, se ha generado un
overbooking de cualificación al que el mercado de trabajo no ha dado salida,
condicionando al éxito en términos estrictos de inserción”, reconocen desde
Lanbide.
Conscientes de esta dificultad,
organismos como el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz intentan enfocar su oferta
formativa. El Consistorio ha lanzado hasta junio 33 nuevos cursos de formación
para el empleo que ofrecerán un total de 495 plazas formativas. La oferta está
centrada en los cinco sectores emergentes de la ciudad: empleo verde,
innovación y sostenibilidad, rehabilitación y construcción sostenible,
tecnologías de la información y la comunicación, servicios a personas y a la
comunidad e industria y automoción.
Buscando la
excelencia.
“El objetivo es mejorar la
capacitación profesional de las personas desempleadas para que tengan más
posibilidades de encontrar un empleo. Está consensuada con el sector
empresarial de Vitoria y el Ayuntamiento ha mantenido contacto en esta ocasión
con un total de 51 empresas de los cinco sectores emergentes en la ciudad para
elaborarla”, apuntan desde el Consistorio alavés- todos estos cursos responden,
por tanto a los nichos de mercado en los que en este momento hay más opciones
de encontrar un puesto de trabajo. Así, se ofrecen once cursos de
rehabilitación y construcción sostenible; dos de industria y automoción; cuatro
cursos de empleo verde, innovación y sostenibilidad; otros doce de tecnologías
de la información y de comunicación y, finalmente, cuatro cursos de servicios a
terceros.
En el caso de la capital
vizcaína, es la sociedad Bilbao Ekintza la que dispone de formación orientada a
la inserción en el mercado de trabajo, también en áreas en las que la ciudad
ofrece posibilidades como de decoración de escaparates, guías turísticos o
reparación de viviendas y mobiliario urbano. Con una apuesta clara por lo
“verde” con módulos de rehabilitación ecoefiente o de mantenimiento y
reparación de vehículos ecológicos.
También los sindicatos, grandes y
pequeños ayuntamientos, organizaciones comarcales de los tres territorios y
Cámaras de Comercio son otras tres alternativas donde mejorar el currículum.
Por su parte, Confebask, la patronal empresarial vasca, colabora en el programa
Hezibi, junto al Ejecutivo autónomo y los centros formativos. Se trata de un
modelo de formación en alternancia que traslada partes de los procesos de
aprendizaje a las empresas, convirtiendo a éstas en agentes determinantes del
proceso. Está dirigido a jóvenes de entre 16 y 30 años, inscritos en Lanbide.
De esta forma, permite engarzar
la formación en centros de estudio y en empresas, integrando mejor las competencias
técnicas y transversales o sociales. Además, según explican desde la patronal
vasca, facilita en paralelo oportunidades de formación y trabajo a los jóvenes,
pero también garantiza a las empresas, en el coroto y largo plazo, el personal
necesario y con las cualificaciones precisas para cubrir las necesidades del
sistema productivo.
En cuanto a la formación
continua, el programa de Hobetuz propone cursos 100% subvencionables para personas
desempleadas que permiten obtener el certificado de profesionalidad, con el que
trabajadores con experiencia puedan acreditar sus competencias dentro del
Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. En cifras, Lanbide dedicó
el año pasado casi 20 millones de euros a través de Hobetuz a la formación de
personas ocupadas. En el caso de la formación de desempleados financió 1.514
cursos, en los que participaron 23.000 personas y que supuso un desembolso de
54,5 millones de euros.
Sectores
Familias profesionales con
mejores perspectivas de resultados en los que enmarcan la oferta de formación:
• Hostelería y Turismo
• Fabricación Mecánica
• Imagen Personal
• Sanidad
• Seguridad y Medio Ambiente
• Informática y Comunicaciones
• Artes y Artesanías
• Comercio y Marketing
• Instalación y Mantenimiento
• Servicios Socioculturales y a la
Comunidad
•Electricidad y Electrónica
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