lunes, 31 de marzo de 2014

La oferta formativa trata de adaptarse a las necesidades actuales.








La oferta formativa trata de adaptarse a las necesidades actuales.

Se apuesta por los sectores emergentes y por integrar la formación en las empresas.
Le exigencia de programar una oferta formativa coherente con las necesidades de la estructura productiva ha sido una máxima para todos los servicios públicos de empleo, más en estos últimos tiempos. Se trata de facilitar una formación que permita los mejores resultados de inserción entre la población receptora. No obstante, ahora no es una tarea fácil. “En estos momentos, los resultados de inserción son muy bajos, pero no son achacables directamente a la naturaleza de la formación”, matizan desde Lanbide, que el pasado año destinó 74,4 millones a cursos de formación.

Aún así, la baja tasa de incorporación al mercado sí ha llevado implícita una circunstancia constatable: un exceso de “producto” en la mayoría de las formaciones que se imparten. Según cifras del servicio de empleo, se han destruido aproximadamente 75.000 puestos de trabajo en los últimos cinco años, mientras que se ha formado en distintas familias profesionales, certificados de profesionalidad y unidades de competencia a más de 15.000 por año. “En definitiva, se ha generado un overbooking de cualificación al que el mercado de trabajo no ha dado salida, condicionando al éxito en términos estrictos de inserción”, reconocen desde Lanbide.

Conscientes de esta dificultad, organismos como el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz intentan enfocar su oferta formativa. El Consistorio ha lanzado hasta junio 33 nuevos cursos de formación para el empleo que ofrecerán un total de 495 plazas formativas. La oferta está centrada en los cinco sectores emergentes de la ciudad: empleo verde, innovación y sostenibilidad, rehabilitación y construcción sostenible, tecnologías de la información y la comunicación, servicios a personas y a la comunidad e industria y automoción.

Buscando la excelencia.

“El objetivo es mejorar la capacitación profesional de las personas desempleadas para que tengan más posibilidades de encontrar un empleo. Está consensuada con el sector empresarial de Vitoria y el Ayuntamiento ha mantenido contacto en esta ocasión con un total de 51 empresas de los cinco sectores emergentes en la ciudad para elaborarla”, apuntan desde el Consistorio alavés- todos estos cursos responden, por tanto a los nichos de mercado en los que en este momento hay más opciones de encontrar un puesto de trabajo. Así, se ofrecen once cursos de rehabilitación y construcción sostenible; dos de industria y automoción; cuatro cursos de empleo verde, innovación y sostenibilidad; otros doce de tecnologías de la información y de comunicación y, finalmente, cuatro cursos de servicios a terceros.

En el caso de la capital vizcaína, es la sociedad Bilbao Ekintza la que dispone de formación orientada a la inserción en el mercado de trabajo, también en áreas en las que la ciudad ofrece posibilidades como de decoración de escaparates, guías turísticos o reparación de viviendas y mobiliario urbano. Con una apuesta clara por lo “verde” con módulos de rehabilitación ecoefiente o de mantenimiento y reparación de vehículos ecológicos.
También los sindicatos, grandes y pequeños ayuntamientos, organizaciones comarcales de los tres territorios y Cámaras de Comercio son otras tres alternativas donde mejorar el currículum. Por su parte, Confebask, la patronal empresarial vasca, colabora en el programa Hezibi, junto al Ejecutivo autónomo y los centros formativos. Se trata de un modelo de formación en alternancia que traslada partes de los procesos de aprendizaje a las empresas, convirtiendo a éstas en agentes determinantes del proceso. Está dirigido a jóvenes de entre 16 y 30 años, inscritos en Lanbide.

De esta forma, permite engarzar la formación en centros de estudio y en empresas, integrando mejor las competencias técnicas y transversales o sociales. Además, según explican desde la patronal vasca, facilita en paralelo oportunidades de formación y trabajo a los jóvenes, pero también garantiza a las empresas, en el coroto y largo plazo, el personal necesario y con las cualificaciones precisas para cubrir las necesidades del sistema productivo.

En cuanto a la formación continua, el programa de Hobetuz propone cursos 100% subvencionables para personas desempleadas que permiten obtener el certificado de profesionalidad, con el que trabajadores con experiencia puedan acreditar sus competencias dentro del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. En cifras, Lanbide dedicó el año pasado casi 20 millones de euros a través de Hobetuz a la formación de personas ocupadas. En el caso de la formación de desempleados financió 1.514 cursos, en los que participaron 23.000 personas y que supuso un desembolso de 54,5 millones de euros.

Sectores

Familias profesionales con mejores perspectivas de resultados en los que enmarcan la oferta de formación:
             • Hostelería y Turismo
             • Fabricación Mecánica
             • Imagen Personal
             • Sanidad
             • Seguridad y Medio Ambiente
             • Informática y Comunicaciones
             • Artes y Artesanías
             • Comercio y Marketing
             • Instalación y Mantenimiento
             • Servicios Socioculturales y a la Comunidad
             •Electricidad y Electrónica

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