domingo, 18 de enero de 2015

Entrevista a Julen Elgeta

JULEN ELGETA HETEL, ASOCIACIÓN DE CENTROS DE FP CONCERTADA

“Euskadi tiene la escala perfecta para liderar la respuesta a un problema que afecta a toda la UE”


“Lo hemos hecho mal”. Hoy es un milagro que se asuman errores. Pero Elgeta asegura que Euskadi ha fracasado en el intento de orientar a las chicas hacia la FP industrial


BILBAO - La incorporación laboral de la mujer es un hecho. Ellas son mayoría en la universidad y tienen mejores expedientes. Su presencia, en cambio, se limita al 37% en Formación Profesional y se desploma al 5% en los ciclos relacionados con la industria, sector que alerta de la falta de mano de obra cualificada para garantizar el relevo generacional.


¿Por qué no hay chicas en las ramas de FP industrial?
-No hay una causa específica, es algo cultural. Empieza en casa, desde que uno nace se asignan unos roles; sigue en la escuela, donde se orienta a chicos y chicas de forma diferente y se obvian determinadas ramas de la FP que son precisamente las que más futuro tienen. ¿Causas? Son muchas: sociales, familiares, personales... todos estamos contribuyendo a este desequilibrio, todos estamos poniendo de nuestra parte para que esto sea así.
Además de la construcción social del rol de género, ¿ellas también deben superar los prejuicios que persisten entre las familias contra la FP?
-Probablemente Euskadi sea el lugar de Europa en el que más prestigiada esté la FP; eso no quiere decir que tenga el prestigio que la FP tiene que tener. Aquí, y si se compara con la universidad, aún hay mucho camino por recorrer en cuanto al prestigio social y familiar de la FP. Esta percepción, por lo general, es bien distinta entre las empresas importantes en el sentido de que ven claro que para ellas es capital la FP, los técnicos de grado medio y de grado superior. Los datos de inserción laboral de los titulados de FP nunca han bajado del 60-65%, incluso en momentos de crisis. Vayamos a la universidad a ver si alcanza ese nivel.
¿Ve los ‘brotes verdes’ que anuncian desde los sectores vascos del metal o la automoción?
-Hay varios indicadores de que la cosa se está moviendo. En marzo los alumnos irán a hacer las prácticas. Hace dos años los centros tenían que llamar a cuatro o cinco empresas para que acogieran a un estudiante pero era muy difícil por los ERES, entendible. Ahora es lo contrario, la empresa llama y te dice: Oye, queremos a cuatro, dos de este perfil y dos de este otro. Otro indicador es el nivel de inserción laboral del alumnado en prácticas: en los años buenos era del 50-60%, con la crisis bajó al 30% y ahora ha vuelto a subir.
¿Se puede elevar el número de chicas en las ramas industriales?
-Es muy complicado. Históricamente se han hecho planes de igualdad, de discriminación positiva, de sensibilización para elevar esa presencia por parte del Gobierno vasco, diputaciones, patronales, ayuntamientos, centros de FP… ¿Quién no ha hecho un plan así? Que levante la mano el que no lo haya hecho. Todo el mundo lo ha hecho. ¿Y de qué ha servido? De nada, porque los datos ahí están y ni siquiera se ha observado una leve mejoría de uno o dos puntos en diez años.
¿Conclusión?
-Es clara, lo hemos hecho mal. No insistamos en lo mismo porque es una pérdida de tiempo y recursos. ¡Hagamos algo diferente si realmente queremos darle la vuelta a la situación!
¿Y qué propone?
-Yo no tengo la receta, pero creo que tiene que ser un empeño conjunto en el que intervengan medios, administraciones, centros, sindicatos... y tiempo. Esto no se arregla en un par de años, igual estamos hablando de dos generaciones, de tal manera que los objetivos debemos fijarlos como mínimo a diez años.
¿Qué sería un éxito para usted?
-Me encantaría decir que en 2025 tendremos un 25-30% de mujeres en Mecanizado, por ejemplo. Para lograrlo las empresas se tienen que adaptar y alguien, con peso específico, liderar todo este empeño colectivo. Creo que es posible porque Euskadi tiene una escala interesantísima para liderar la solución a un problema que es común a todos los países europeos. Hace poco estuve en Sajonia (Alemania), en la crème de la crème de la FP, y tienen el mismo problema: las mujeres no estudian ramas industriales.
Venda a una chica la FP industrial.
-Es sencillo, hoy en día el 70% de los puestos relacionados con la industria vasca, motor de nuestra economía, requiere de una titulación de FP. Además, están mejor pagados que los del sector servicios. Con la estadística en la mano vemos que los empleos de servicios, que son a los que más acceden las chicas, tienen unos salarios de 700-800 euros de media y en el sector industrial 1.000-1.100 euros. No sólo el salario medio es mayor, sino también las oportunidades de promoción personal y profesional.
Se lo compro, ¿pero no es muy duro para una mujer?
-Hay que decir que en la industria 4.0 ya no hay polvo, no hay suciedad, sino todo lo contrario, se funciona con realidad virtual, está altamente robotizada y sueldos de 1.100-1.200 euros de entrada con unas posibilidades de avance espectaculares. Luego decimos que hay discriminación salarial entre hombres y mujeres, que no digo que no haya. A alguna chica habrá que decirle que la robótica es un ámbito interesantísimo que se está perdiendo. Hoy en día las condiciones de la industria no tienen nada que ver con las de hace diez años.
¿Las empresas ya están en la onda de ‘fichar’ a mujeres para su mundo de hombres?

-Aún no, pero se tienen que adaptar si quieren garantizar el relevo generacional y contar con mano de obra cualificada.

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