lunes, 22 de septiembre de 2014

Los números de la FP siguen creciendo al calor de la crisis


Los números de la FP siguen creciendo al calor de la crisis


FAMILIAS CON MÁS ALUMNOS

  • Fabricación Mecánica: 4.160
  • Electricidad-Electrónica: 3.789
  • Administración y Gestión: 3.481
  • Sanidad: 3.339
  • Servicios socioculturales y a la comunidad: 3.067
El dinamismo de la formación y las tasas de empleabilidad de muchos de los ciclos han atraído este curso a 3.000 nuevos alumnos

Los centros que imparten Formación Profesional están de enhorabuena. En Euskadi, sus aulas acogen este curso a 3.000 nuevos estudiantes, lo que supone un 8,5% más que el año anterior. En total, son 34.104 los jóvenes vascos que han elegido cursar alguno de los 107 ciclos formativos pertenecientes a las 23 familias profesionales que componen la oferta educativa. Este incremento también tiene su reflejo en el conjunto del país. Por primera vez, el número de alumnos de FP supera en 90.000 a los de Bachillerato. Un dato que se explica en parte por el trasvase de estudiantes de los Programas de Cualificación Profesional Inicial, que desaparecen con la Lomce, a la nueva FP básica.

En el instituto de FP Elorrieta-Erreka Mari de Bilbao confirman que cuentan con “números altos de alumnos”, pese a que en el Grado Medio de Electricidad han pasado de dos grupos a uno. “Existe un pequeño reajuste a la baja que no es significativo, de hecho tenemos todos los grupos completos”, afirma Raúl Collantes, nuevo director del centro.

En Vitoria, el jefe de Estudios del instituto de FP Ciudad Jardín, Iñaki López de Sabando, se felicita porque “hemos superado por primera vez los 600 estudiantes en la formación reglada. Todo lo que hemos ofertado se ha llenado”. Tras adaptar toda su oferta académica de la Logse a la LOE, uno de los ciclos ha pasado de uno a dos años, con lo que se ha incrementado el número de grupos y, por tanto, el de alumnos.


Con todo, la principal razón que explica este incremento en el número de personas que optan por la FP reside en las altas cifras de parados que ha dejado tras de sí la crisis. Las pruebas de acceso a los ciclos formativos atraen a miles de jóvenes y no tan jóvenes que buscan enriquecer su currículo. “Hemos notado que viene gente desempleada que aprovecha esa situación para formarse, que es lo que hay que hacer”, subraya López de Sabando. “El tipo de alumnado que se matricula en las clases de preparación de esos exámenes de acceso es de lo más variopinto, desde alumnos que están cursando un Grado Medio y se plantean hacer uno Superior, hasta personas que proceden del mundo laboral y quieren mejorar su situación con un ciclo de Grado Superior. El abanico de edades y circunstancias es muy variado”, precisa Collantes. De hecho, en Elorrieta existen tres grupos para la preparación de la prueba en general y dos para la parte específica (sector servicios e industrial). “Se ha quedado fuera tanta gente como la que ha entrado”, lamenta.

Ciclos industriales

Tal vez la única espina que sigue clavada en un tipo de formación que goza de un buen estado de salud es el escaso tirón, comparado con otras especialidades, que despiertan los ciclos relacionados con la industria. Este curso sólo se han llenado un 30% de las plazas, lo que compromete el futuro de un sector que genera empleo de calidad en Euskadi. En opinión de Raúl Collantes, la solución pasa por conseguir que las mujeres se fijen en estas titulaciones, una tarea que no está resultando fácil pese a que las tasas de empleo y los salarios suelen ser mayores que en otras profesiones. “Se sigue pensando que se requiere una gran fuerza física y se asocia industria con suciedad, aunque actualmente el grado de limpieza en las empresas no tiene nada que ver con lo que era antes. Algunas parecen laboratorios”, señala.

      La Formación Profesional no es únicamente una fábrica de trabajadores, sino que en los centros se fomenta el espíritu emprendedor a través de Urratsbat. El jefe de Estudios de Ciudad Jardín resalta que el apoyo de la responsable de este programa se ha traducido en la creación de “un mínimo de seis empresas en los últimos años”. Una de ellas, Deliciumm Internacional, recibió el pasado mes de junio el premio Ikasprensa a la Mejor idea de negocio en emprendimiento social con un proyecto de venta de postres típicos de diferentes países. En el instituto Elorrieta la semilla empresarial ha dado también frutos abundantes, con 46 firmas constituidas y dos en el vivero del centro, una dedicada a la realidad aumentada y otra a la fabricación de impresoras en 3D.

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